Viaje a la cocina de la batalla cultural de Javier Milei, entre mascotas y besos

Después de más de ocho meses de gestión, por primera vez el relato del gobierno de Javier Milei se vio opacado por una agenda ajena cuya narrativa no controla: la causa por violencia de género contra Alberto Fernández acapara todos los portales. Si bien la administración libertaria intentó sacar provecho, en el medio no logró instalar datos del ámbito económico que son parte central de la construcción del mundo de La Libertad Avanza (LLA). Los estrategas M ensayaron esta semana otros métodos para recuperar la centralidad perdida.

Aunque la inflación volvió a desacelerarse en julio, al equipararse a porcentajes previos a enero de 2022 - fue del 4%, un número todavía escandaloso en un contexto de crisis salarial y despidos -, la Casa Rosada no logró instalar su lectura en la conversación pública. Todos los ojos, físicos y digitales, estuvieron puestos en los últimos días en la denuncia por violencia de género que involucra al expresidente.

Para sobresalir, el equipo de comunicación presidencial decidió montar, en paralelo, algunos actos para volver a poner al Gobierno en el centro de la batalla cultural. Uno fue el que oficializó el noviazgo entre Milei y Yuyito González en la presentación de la ley de Juicio por Jurados, en el ex Centro Cultural Kirchner. Algunos periodistas de espectáculos sostienen que fueron alertados de que se vendría el primer beso público de la pareja.

Otro, como una derivación del escándalo Fernández, fue la presentación de Thor, la nueva mascota de Balcarce 50, toda una estrategia política que hace recordar más a los métodos edulcorados de Jaime Durán Barba que a los más incendiarios de su exdiscípulo Santiago Caputo.

Karina Milei y Manuel Adorni, puntales de la batalla cultural mileísta, se fotografiaron con el Boyero de Berna. En paralelo, Milei le dijo a Fernández en Twitter: “Alberto, del mismo modo como te he ofrecido cuando te fuiste a España cuidarte a Dylan, vuelvo a reiterarte que él será bienvenido para que lo cuidemos en la familia de las Fuerzas del Cielo".

¿Cómo se construye el relato libertario? Con un trabajo coordinado entre Adorni, el influyente estratega presidencial; una reducida granja troll y una tropa inorgánica.

La agenda coordinada de las fuerzas del cielo

En su última conferencia de prensa, Adorni abrió su exposición mencionando el decreto 712/2024, publicado en el Boletín Oficial tan sólo tres días antes. Su primer artículo establece que "las aeronaves públicas no podrán ser utilizadas para realizar ninguna actividad aérea distinta de aquella que hace a su condición jurídica esencial al servicio del poder público".

El vocero se encargó de destacar que, como vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner había realizado 194 "vuelos particulares" y la ex primera dama Fabiola Yañez, otros 21 viajes. Evitó mencionar a gobernadores u otros dirigentes de la oposición que suelen usar los aviones provinciales.

Fue una bajada de línea acordada entre Adorni y Caputo para perjudicar a unos y resguardar a otros. Ambos realizan una planificación semanal los lunes, con actualizaciones diarias, para direccionar la batalla cultural en un mismo sentido a pesar de tener perfiles y metodologías muy distintas.

Cada semana se reúnen en el amplio Salón Verde, donde Caputo montó su oficina, que comparte con un amplio equipo técnico integrado por María Ibarzábal, secretaria de Planeamiento Estratégico; Noelia Ruiz, directora de Fomento para la Ampliación de la Matriz Productiva, y Guido Guiana, uno de sus asesores en materia de negocios vinculados a la salud, entre otros.

En ese tipo de cónclaves acordaron, por ejemplo, planificar el ataque a los mandatarios provinciales díscolos que no firmaron el Pacto de Mayo e, incluso, a funcionarios propios, como cuando el entonces secretario de Deportes, Julio Garro, le exigió a Lionel Messi que pidiera disculpas.

La maquinaria troll de la Casa Rosada

Hiperactivo en sus redes sociales, con un perfil de derecha incendiaria y un ADN 100% mileísta, Juan Pablo Carreira, conocido por su seudónimo de Twitter Juan Doe, es el director de Comunicación Digital de Milei. Fue editor del portal La Derecha Diario y empleado de Techint, pero hoy se mueve bajo las órdenes directas de Adorni y bajo la conducción política de Caputo.

Carreira se instaló en un principio en el ex Salón de las Mujeres, rebautizado por esta administración como Salón de los Próceres, pero lo mudaron a otros espacios contiguos en los últimos días para dejar ese lugar en manos de los equipos legales del asesor todoterreno. A su vez, el tuitero tiene bajo su estructura a Tomás Jurado, más conocido como @PelucaMilei, y otras dos personas, de las cuales no trascendieron sus cuentas. El cuarteto manejan las cuentas oficiales del Gobierno, pero también es el encargado de echarle nafta a la maquinaria troll oficialista.

Agentes inorgánicos del mundo digital

El recrudecimiento de la batalla cultural se completa con otros personajes conocidos en el submundo de Twitter, pero que se resguardan bajo el anonimato, en la mayoría de los casos. Se trata de "agentes inorgánicos", ya que no tienen contratos o designaciones oficiales en la Casa Rosada. El más representativo de ellos es Daniel Parisini, más conocido en las redes como Gordo Dan, que marca casi de manera natural la línea del relato libertario. Fue la punta de lanza para pedir la renuncia de Garro.

A Parisini se lo ve deambular con paso cansino por Balcarce 50, muchas veces en compañía de Agustín Romo y Nahuel Sotelo, dos figuras libertarias que trascienden el mundo digital. El primero se prepara para convertirse en el presidente del bloque libertario en la Cámara de Diputados bonaerense y el segundo, para conducir la Secretaría de Culto de la Nación.

Sin funciones formales en el Gobierno, Parisini, Romo y Sotelo tienen acceso al Salón de los Próceres con registro biométrico, como si fueran tres integrantes más del gabinete.

No ocurre lo mismo con Esteban Glavinich (@TraductorTeAma), a quien jamás se vio en la sede gubernamental. Lejos de mostrarse como un líder de opinión pública digital, suele repetir un esquema de persecución a periodistas. En la Casa Rosada suelen mencionar su nombre con desdén y fuentes importantes, directamente, juran no tenerlo registrado ni de cara.

En un anillo exterior aparecen otros influencers libertarios, como Ornella Panizza (conocida en redes como Lady Market) y cuentas anónimas que suelen ser replicadas por Milei, como @agarra_pala o @TommyShelby_3.

Sin dar ejemplos puntuales, lejos de controlar sus discursos, en la Casa Rosada admiten que a veces tienen que intervenir para moderarlos. Son obreros inorgánicos del relato que toman como propio el ADN libertario por estar militándolo desde la campaña de 2021. Por eso, sus posturas suelen entrar en contradicción con la narrativa oficial, como cuando el Gordo Dan festejó el tuit de Victoria Villarruel contra Francia por el cual Karina Milei fue a pedir disculpas a la embajada.

Los otros frentes de la batalla cultural del Gobierno

La mesa chica presidencial acaparará más herramientas para seguir dando la batalla cultural. En los próximos días, la administración libertaria hará oficial el pase de la Secretaría de Cultura, a cargo de Leonardo Ciffell, del Ministerio de Capital Humano, que comanda Sandra Pettovello, a la Secretaría General.

Esa jugada se suma a otro empoderamiento de El Jefe para construir la marca Milei: como contó Letra P, le arrebató una caja millonaria al secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, para reforzar el perfil internacional del Presidente. Con ese objetivo, la hermana del jefe de Estado se quedará también con el Instituto Nacional de Promoción Turística (Inprotur), que maneja unos $3.000 millones de pesos al año, de acuerdo a los últimos registros públicos.

FUENTE: Letra P | Pablo Lapuente.